En el año 2012 nuestro equipo realizó su primer tratamiento de ortodoncia lingual en Murcia. Ha llovido mucho desde entonces, por lo que queremos dedicar esta entrada de blog a esta técnica, poco conocida.
Así que hoy no esperes una entrada de ortodoncia invisible, porque no la vas a encontrar. Es un tipo de ortodoncia especial que merece mucho nuestra atención.
Brackets linguales, ¿cómo funcionan?
Son Brackets que se colocan por la cara interna de los dientes, lo que tiene algunas ventajas y desventajas, como cualquier aparato lingual. Eso sí, el funcionamiento es muy similar: un bracket que se desliza a través de un arco.
La ventaja fundamental es que al ir colocados en la cara interna de los dientes se ven menos que los brackets que van colocados por fuera.
Al margen de eso, pueden ayudar a tratar algunos tipos de maloclusión, como la sobremordida, pero más allá de eso o de que la colocación de Brackets es indirecta (algo que mejora la precisión respecto de la técnica clásica), para ti que nos lees como persona que quiere ponerse ortodoncia invisible, tiene pocas más.
Y es que la higiene dental, por ejemplo, es mucho más compleja. Dado que están fabricados a medida y la cara interna de los dientes está más próxima entre ellos que por la parte externa del arco, hay menos espacio y la comida se acumula con más facilidad.
De hecho, es bastante habitual en este tipo de tratamiento en cualquier clínica dental en Murcia que tras algunos meses de llevar los Brackets linguales se pierda algo de peso.
Esto, que podría resultar “favorable” para una persona que quiera ponerse a dieta realmente resulta en este caso una incomodidad, puesto que se dificulta la alimentación.
Es por esto que deportistas de élite, personas que tengan restricciones por alergias o intolerancias… pues pueden tener complicado nutrirse durante el tiempo que llevan la ortodoncia, lo que empeora su rendimiento deportivo.
Piénsalo: Serena y Venus Williams los llevaron, igual que CR7… pero claro, con esa inflamación gingival que vemos en la foto, no comen igual de bien.
Lógicamente, por dentro la situación es parecida pero, como decimos, se ven menos y eso implica peor higiene aún.
Además de eso, el tiempo de trabajo del profesional, se alarga. Esto es debido a varios factores.
Uno de ellos, que al haber menos espacio entre dientes, cuesta más trabajarlos.
Otro, que al estar dentro, cuesta más tener una postura correcta cuando el ortodoncista está “encima” de ti.
Es por eso que nuestro equipo apenas los usa desde hace años: implican citas de revisión de 50 ó 60 minutos, y una simple caída de un bracket exige mucho tiempo. En la sociedad actual, pocos pacientes están dispuestos a dedicar tanto tiempo en las consultas.
De algún modo, lo que en su tiempo fue revolucionario porque mejoraba la estética, apenas tuvo tiempo de vida. La ortodoncia invisible cambió las reglas del juego.
Entonces, la ortodoncia lingual, ¿merece la pena?
Bueno, es una pregunta de respuesta individual. Para algunas personas puede serlo. Eso sí, es importante entender que tiene limitaciones.
Como hemos comentado, puede que las citas se alarguen, los tiempos de fabricación de los Brackets también, y que las urgencias enlentezcan el tratamiento.
En algunos casos, el tiempo de una ortodoncia será más largo que con otros sistemas.
Por otro lado, al ser más complejo, también resulta más caro. Siempre defendemos que la calidad del trabajo final es lo más importante, por encima del precio.
Sin embargo, también es un factor a la hora de elegir. Una ortodoncia invisible realizada por alguien de nuestro equipo tiene un coste de unos 7000 euros. Aproximadamente, el doble de unos alineadores tipo invisalign.
Esto por otro lado no solo se debe al mayor esfuerzo del profesional. Se debe a que se realizan con una técnica algo antigua: el metal de los Brackets se “funde” diente a diente para que tenga su forma.
Al ser un proceso con un fuerte componente artesanal, normalmente el mayor fabricante del mundo (3M, con la marca Incognito) tiene que dedicar más mano de obra.
En la era de la impresión 3d y la tecnología, sin lugar a dudas tener un fuerte componente artesanal, complica todo y lo encarece.
Pero, lo dicho, valorar si merece o no la pena es algo que depende del criterio de quien lo vaya a llevar, y del consejo del profesional para su propio tratamiento.
Ortodoncia lingual, de la A a la Z
El procedimiento de estos tratamientos, sería similar como decíamos al principio, al de cualquier otro tratamiento con ortodoncia.
Lo más importante, es el diagnóstico. El paciente viene a la clínica en Murcia y realizamos fotografías, escaneado intraoral, exploración clínica, cefalometría, análisis de radiografía panorámical, CBCT…
Después de tomar todos esos registros, es importante que profesional y paciente se pongan de acuerdo en los objetivos a conseguir.
El profesional sabe todos los aspectos de mejora posible, pero la persona que decide ponerse la ortodoncia lingual en Murcia también tiene una motivación: es importante transmitirla al profesional de manera clara.
Este punto es importantísimo: hay que analizar qué es lo que se puede conseguir y lo que no. Así se evitan problemas con las expectativas al terminar el tratamiento.
Después de eso, se traza un plan de tratamiento para conseguir esos objetivos. El ortodoncista diseña su hoja de ruta, que puede requerir stripping, extracciones dentales, levantes de mordida, minitornillos… el armamentario es enorme.
En muchos casos, también se puede plantear la combinación de cirugía ortognática con ortodoncia lingual. Con esto conseguimos grandes resultados, como con la ortodoncia invisible tipo invisalign o con los Brackets metálicos o Brackets cerámicos tradicionales.
Después, se toma una medida de la boca del paciente en silicona. Polivinilsiloxano. Se remite al fabricante.
El fabricante tardará unas semanas en fabricarlos. Hay más aparte del mencionado previamente, pero ese es el que nuestro equipo prefiere por la calidad de los materiales cuando algún paciente nos lo demanda en nuestra clínica.
Una vez están en la clínica, se prueban en la boca del paciente y, si todo encaja (recordemos que son a medida), se “pegan”.
Este proceso es delicado, y emplea la tradicional “luz azul” que utilizamos los profesionales dentales. Con eso se “activa” el adhesivo que va entre los Brackets y los dientes.
Una vez hecho eso, empieza la parte técnica. Es difícil de explicar. Pero, básicamente, se empieza con un alambre redondo, se va aumentando su tamaño, se cambia a alambre rectangular, y luego se coloca uno rígido para terminar.
En muchos casos, como con cualquier otra ortodoncia en Murcia, puede que sean necesarios elásticos. Estos permiten mejorar la relación entre los de arriba y los de abajo.
Después de unos meses, de alguna hipotética urgencia, estaríamos listos para retirarlos. Como con cualquier otro sistema de Brackets, podemos encontrarnos frente a un proceso algo incómodo, pero no doloroso. Después de quitarlos, se elimina el material plástico que quede pegado al diente.
Finalmente, se coloca una retención siguiendo el criterio del ortodoncistas, que puede decidir colocar un alambre detrás de los dientes, normalmente de canino a canino (colmillo a colmillo) o bien un retenedor nocturno que suele ser plástico, de PET- G.
